España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . -os y RÃ-os, las deDuque, las de D. Pedro Sánchez y las de otros, y ellas, comoen hermoso y fresco y regocijado ramo, te presentarán al des-cendiente del cántabro, tal como piensa, tal como siente, talcomo vive, tal como anhela, y tal como se expresa en la mezclade castellano que usa, especie de patois, tan difÃ-cil de entenderpara quien no tenga de él el alma llena. Contempla luego los (i) Lasaga Larreta, op. cit., pág. 6$ 288 SANTANDER cuadros y dibujos de Polanco, de Pérez del Camino y de CasimiroSáinz, y respirarás la fra
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España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia . -os y RÃ-os, las deDuque, las de D. Pedro Sánchez y las de otros, y ellas, comoen hermoso y fresco y regocijado ramo, te presentarán al des-cendiente del cántabro, tal como piensa, tal como siente, talcomo vive, tal como anhela, y tal como se expresa en la mezclade castellano que usa, especie de patois, tan difÃ-cil de entenderpara quien no tenga de él el alma llena. Contempla luego los (i) Lasaga Larreta, op. cit., pág. 6$ 288 SANTANDER cuadros y dibujos de Polanco, de Pérez del Camino y de CasimiroSáinz, y respirarás la fragancia de estos valles, la brisa de estemar, el ambiente, en fin, de la Montaña, y asÃ- y no de otromodo, si no la recorres por tu pie, podrá serte posible co-nocerla. Sólo, sin embargo, nos hemos de permitir un consejo: y esel de que para gozar de todas sus gracias y de todos sus encan-tos, procures aprovechar el tiempo en que sonrÃ-e: porque cuan-do está triste, llenará de penumbras tu ánimo, á pesar de sulozanÃ-a y de su magnificencia decantadas.. Santander.âRasgos generales de su historiaindividual hasta nuestros dÃ-as SÃ, y no de otra forma, cual lahemos contemplado, grandio-sa, y siempre una en su ca-rácter como en sus condicio-nes, âse presenta, lector, ánuestras miradas en las sere-nas levantadas regiones his-toriales, aquella interesantecomarca española que fuéun tiempo Cantabria. Aun, á través de las edades y de los tiem-pos, cual en los de Estrabón, â á quien califica el clarÃ-simo 37 290 SANTANDER P. Flórez como «el más individual en orden á costumbres delos cántabros», âá despecho de su individual fisonomÃ-a, parececompartir con las demás comarcas del Norte de la PenÃ-nsula cli-ma, accidentes y quizás no pocos de los usos y de las costum-bres, ya que no el lenguaje, siendo por antonomasia conocidade antiguo con el nombre expresivo y gráfico de La Montaña^que